Me encanta escribir por la noche. Si hubo algo bueno en el hecho de vivir un estado de alarma, sin duda fue el silencio que reinaba en las calles del centro de la ciudad a partir del toque de queda, interrumpido solo por algún que otro atrevido o despistado que volvía a casa rezagado.
Con el portátil sobre los muslos y mi manta calentita, cortesía de unos padres a los que cada vez extrañaba más por las restricciones de movilidad, la manzanilla era (y sigue siendo) la compañera perfecta para encontrar la calma y la tranquilidad que preceden a mis mejores sueños. Solo por eso merece hoy estar en el centro de este artículo que pretende poner en valor, entre otras cosas, el origen de esta especie y sus beneficios, que no son pocos.
La planta de la Matricaria recutita comúnmente conocida como manzanilla, diría con mis gafas de científica, tiene su origen en Europa occidental y el norte de Asia, aunque su cultivo y consumo hoy en día se ha extendido por el mundo entero. Son muchos los años que esta planta lleva presente en nuestras vidas. Ya en la Antigua Grecia (460-377 aC) se describía junto a algunos de sus usos, destacando propiedades curativas para tratar la ictericia, las enfermedades del hígado o incluso las llagas de la boca.
La manzanilla tiene muchísimas propiedades beneficiosas
Esta especie que tanto nos puede recordar físicamente a una margarita pequeña, cuenta con tantas propiedades medicinales y beneficiosas para la salud, que seguro que me dejo alguna fuera. El abanico contempla desde sus efectos antiinflamatorios hasta los anticancerígenos, así como tratamiento del estrés o la depresión. Mejor hago una lista porque es fácil que me pierda con tanto que contar.
Las propiedades de la manzanilla son beneficiosas para:
- Ayudar a la digestión
Como la mayoría saben, esta planta es una de las más digestivas e ideal para aliviar la pesadez del estómago. Además de evitar que se acumulen gases, sus propiedades antiinflamatorias calman cualquier irritación interna y su suave sabor remata con delicadeza cualquier comilona. - Combatir la diabetes
La manzanilla supone una gran ayuda para controlar los cambios de niveles de azúcar en sangre, evitando así que la glucosa descontrolada perjudique los riñones, el sistema nervioso o la vista, que puede incluso llegar a perderse de forma permanente. - Controlar la hipertensión
Nuestra protagonista también cuenta con grandes propiedades relajantes y diuréticas, lo que contribuye a mejorar la calidad del sueño, y por consecuencia, de nuestro estado de ánimo, importantes factores que ayudan a regular la tensión arterial y cuidar la salud cardiovascular. - Apoyar los tratamientos contra el cáncer
Además de su efecto antiinflamatorio para prevenir ciertas complicaciones derivadas de esta enfermedad, son muchos los estudios que demuestran que la apigenina de la manzanilla actúa como elemento anticancerígeno inhibiendo la propagación de células malignas y deteriorándolas, consiguiendo así más efectividad en los tratamientos administrados. - Cuidar del hígado
Nuestra versátil planta no deja de sorprendernos, puesto que también hemos descubierto que beneficia otro importante órgano de nuestro cuerpo, el hígado. Y es que el efecto de su estimulación ayuda a expulsar la bilis de nuestra vesícula y su salida al intestino. - Proteger el sistema inmunitario
Como ya hemos visto, además de ser beneficiosa para nuestro organismo, esta planta es rica en compuestos fenólicos, que son los encargados de ayudar al sistema inmunológico a combatir contra los virus y las infecciones bacterianas. Algo que ahora mismo nos viene realmente bien dadas las circustancias. - Tratar la ansiedad, el estrés, el insomnio o la depresión
La misma apigenina que resultaba una ayuda en los tratamientos contra el cáncer, tiene también un efecto ansiolítico, pero sin provocar relajación muscular ni depresión nerviosa central. Así, su consumo es ideal para las personas nerviosas o que necesiten calmar la ansiedad, el estrés o incluso la depresión. - Eliminar impurezas de la piel
No conforme con ayudar a nuestra salud, esta planta también se ha hecho de valer en el mundillo de la belleza, ya que es un remedio casero muy económico y eficaz para limpiar y tonificar nuestro cutis, suavizar y restaurar el equilibrio de la piel inflamada, eliminar el acné y disminuir visiblemente los poros o las venitas rojas de la cara. - Sanar heridas
Otro componente de la manzanilla son los mucílagos, muy utilizados en cosmética para cremas y productos contra las quemaduras solares, enrojecimientos, cortes o heridas de la piel e incluso como tratamiento para la dermatitis. - Curar orzuelos y párpados inflamados
Ante estas enfermedades o complicaciones que a veces sufren nuestros ojos, podemos aplicar infusión de manzanilla sobre una compresa o gasa y dejarla actuar sobre la zona afectada durante unos 15 minutos. Los resultados son increíblemente sorprendentes. - Disminuir los dolores menstruales
No falla, es venirme la regla y tirar de manzanilla. A mí que no me gustan las pastillas, me resultó todo un descubrimiento incorporar esta infusión a mis días rojos. Que una planta natural tenga este efecto antiinflamatorio, antiespásmico, relajante y analgésico, para mí es una fantasía. - Adelgazar
Respecto a este tema, he encontrado mucha controversia entre las diferentes opiniones. Pero algo sí que es seguro, con todo lo que nos aporta esta planta, si la incorporamos en nuestra vida sustituyendo otras bebidas más calóricas o con contenido en azúcares, desde luego notaremos esa pérdida de peso. Eso es así. - Nutrir y aclarar el pelo
Un remedio casero que lleva con nosotros más años que los rodapiés de las cuevas de Altamira. La infusión filtrada de la manzanilla aplicada sobre el cabello aporta muchos nutrientes y potencia su brillo. Para más inri, las personas con el pelo claro podrán tenerlo aún más si la aplican como tinte natural durante unos 15-20 minutos. Sin embargo, comprobar esto es algo que a las morenas les resultará algo más difícil, por no decir imposible.
Todas estas propiedades son beneficiosas para nosotros las 24h del día, pero particularmente se potenciarán más en ciertos momentos de consumo. El primer ejemplo ya lo vimos al hablar de las ventajas que supone para la digestión al ingerirla después de comer, pero hacerlo en ayunas, por ejemplo, sería ideal para reducir y estabilizar los niveles de azúcar en sangre. De la misma manera, si elegimos tomarla antes de dormir estaremos asegurando su efecto calmante y ansiolítico para descansar mejor, sobre todo si hemos cenado demasiado.
¿Y si eres mamá y estás en periodo de lactancia?
Muchas son las infusiones y plantas naturales que debemos evitar en este estado, pero concretamente, con la manzanilla, podemos estar tranquilos ya que ha demostrado no causar ningún daño o efecto secundario en madres ni bebés. Por tanto, podemos afirmar que su consumo es seguro siempre que se ingiera con moderación, como todo en esta vida.
Para concluir, quisiera acabar con un último y delicioso trago de manzanilla, este sabor tan característico que antes detestaba. Sí, como muchos de vosotros también lo tomaba al estar mala del estómago y, sin embargo, ahora me inspira, entre otras cosas, para escribir un artículo. Así que ya sabes, si has llegado hasta aquí, pon una manzanilla en tu vida.